Romance instantáneo, revive el glamour de los años 50

La ropa interior sexy y supersexy es algo que no puede faltar en el armario de una mujer. Mucho más en invierno, porque aprovechamos que los brocatos y encajes más ricos no se notan debajo de la ropa abrigada. En esta temporada previa al invierno hay tres tendencias: el romántico, que viene con la suavidad del satín y el encaje y las puntillas; el sutil y misterioso, con mucho tul y mallas transparentes y el naif, con colores luminosos y tonos pasteles. Destacan los push up, cortes minibiquini y tangas brasileñas. 

Conjunto Cleopatra con ballenas y push up

Conjunto divertido print y puntilla floral

Línea “María Bonita” lanzamiento en Bolivia

La empresa Magic Beauty presentará esta línea de lencería femenina en un evento de belleza que se realizará el 30 de abril. Participarán expertos, estilistas y peluquerías que utilizan Minaloe, Be Cosmetics y Biferdil, como también la marca de ropa casual femenina ¡Ohlala!

Conjunto vulnerable con print psico

Bella por dentro

Abundan encajes y diseños retro para resaltar los atributos con sensualidad.

Sujetadores a toda prueba

Para moverte cómodamente y tener todo bajo control, lo mejor es un bustier con ballenas y un contorno firme que se adapte a tu cuerpo.

Mucho trabajo artesanal

Frunces, moños, bies en contraste, puntillas y tul para lucir muy sexy debajo de la ropa de otoño-invierno.

Para dormir con trajes masculinos

 

Rayas y cuadrillé 

Para descansar sintiendo que sos una diva.

motas, motas y motas, pijamas 2013

Media copa

Permite lucir la personalidad de tus senos sujeta y forma sin ‘encapsular’

Colores

Esta temporada fría se usarán los azules, grises, blancos, granates, malvas, animal print, nudes y materiales en contraste. Los calzones tipo boxer para las más jóvenes y con encaje o muy lisos para el resto. Lo ideal es que los conjuntos sean imperceptibles con ropa e impactantes sin ella.

Los interiores te delatan

Lilibeth Quiroga | Asesora de imagen

No deben notarse con la ropa puesta, pero deben impactar cuando te la sacas. El consejo es comprar siempre de tu talla y forma de cuerpo

Una de mis películas favoritas es Lo que el viento se llevó. Disfruté este largometraje las 15 veces que lo vi. En una de las muchas escenas que me impactaron, la protagonista, Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), se hacía ajustar el corsé con la nana, una grande y bien nutrida sirvienta de color, que apretaba y apretaba a la joven hasta dejarla casi sin aliento, para marcar su cintura y resaltar los senos. Aunque creo haber vivido aquella época en una vida pasada, agradezco de sobremanera disfrutar los avances de la indumentaria interior, pues ya no necesitamos esas ajustadas fajas para sujetar los senos. Ahora los sujetadores son mágicos: aumentan, disminuyen, vienen con tiros o sin ellos, con ballenas, con aire, esponjitas, alambres y… en fin, son maravillosos, cómodos. Lo mejor es que no necesitamos ayuda para vestirlos. Incluso ahora los mostramos, ¡forman parte de nuestro look! Con las transparencias, los sostenes han cobrado mayor importancia, pues si usamos una blusa o camisa transparente, hay que usar los que tienen encaje o diseños multicolores y, para completar el look, a veces, en verano, dejamos que se vean un poco los tiros de colores fosforescentes.

¿Sabías que en sus inicios los sostenes eran tamaño estándar? No fue sino hasta 1928 que Ida Rosenthal, una inmigrante rusa, consideró la talla de la espalda y el tamaño de las copas, para que elegir el sujetador perfecto fuese un proceso sencillo.

El brassier es una prenda fundamental a la hora de vestirnos. Podemos tener la blusa más llamativa o el mejor de los vestidos, pero un mal sostén deslucirá ambas prendas. Dependerá del modelo que elijamos para tener una silueta armoniosa. No tiene que quedarnos demasiado ajustado en la espalda, no debe ser muy grande, ni muy pequeño, hay que buscar uno que se amolde perfectamente a nuestro cuerpo. Para senos grandes yo recomiendo aquellos con ballenas y si el busto es un poco pesado, entonces debemos buscar los de tiros más gruesos. Si, por el contrario, somos de senos pequeños, entonces elijamos los que tienen relleno; pero sin exagerar, ya que todo deberá ir en proporción a nuestro tamaño y figura.