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Los empleados de las cadenas de comida rápida como McDonald's, Burger King, KFC, Subway, Taco Bell y otras exigen un salario mínimo de 15 dólares a los restaurantes donde trabajan. La huelga fue convocada en más de 100 ciudades estadounidenses.
El salario promedio de los empleados de restaurantes de este tipo es de 8,90 dólares por hora, un poco más que el salario mínimo fijado por el Gobierno de EE.UU., el cual es de 7,25 dólares.
Un salario tan reducido simplemente no es suficiente para vivir, según los empleados, que iniciaron las primeras protestas este verano.
La huelga de un día ya comenzó en las ciudades de Nueva York, Chicago, Detroit, Boston, Los Ángeles y Nueva Orleans, y otras ciudades se sumarán después a la que por ahora parece ser la mayor protesta de los empleados de restaurantes de comida rápida en la historia de EE.UU.
Es poco probable que el Gobierno trate con justicia a los trabajadores del sector de la comida rápida, pues Obama es visto como un títere de las grandes empresas y la banca. Es lo que opina el vicedecano del colegio de periodistas cubano-americano, Eladio José Armesto.
"Los obreros en esta industria no han recibido aumentos salariales en muchos años porque hay que entender que la economía norteamericana ha estado en un proceso de lenta degradación", dijo Eladio José Armesto a RT.
"Según los expertos en la política norteamericana será muy difícil que los obreros reciban del Gobierno un trato justo. El propio presidente Barack Obama es como un títere de las grandes corporaciones y de la banca de este país. El sistema actual está discriminando a los obreros de la industria de servicio porque son obreros que la industria considera dispensables", añadió.
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