Será un procedimiento electoral representativo y vinculante, que permita a Renovación Nacional (RN) y a la Unión Demócrata Independiente (UDI) consensuar un nombre antes del 19 de agosto, fecha de cierre de la inscripción de candidaturas presidenciales.
Después de la renuncia por depresión de Pablo Longueira, ganador de las primarias del 30 de junio, la UDI proclamó el sábado como su candidata a Evelyn Matthei, cuya dimisión como ministra del Trabajo se aceptó oficialmente ayer.
En RN, en tanto, no han definido aún cuál será su aspirante, aunque el más probable candidato es Andrés Allamand, que perdió las primarias por un estrecho margen y que ya advirtió de que solo postularía a las elecciones si concitaba el apoyo de la UDI.
Pero ni Matthei gusta a RN ni Allamand agrada a la UDI y esto, unido a la dificultad de posicionar a nuevas figuras en tan corto plazo, sitúa a la Alianza en un cuello de botella que solo la conciencia de que es necesaria la unidad frente a Bachelet puede desatascar
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