Dos hermanas sufren graves quemaduras

La tragedia llegó al hogar de una humilde familia en Tiquipaya. Una garrafa explotó mientras dos hermanas, una de 22 años y la otra de 9, preparaban el té juntas. Ambas sufrieron quemaduras, pero la niña es la que enfrenta las más graves.

Se llama Máxima Alvarado Miranda, cumplió 9 años y hasta hace unos días era una niña que disfrutaba de ir a su escuela, Monte Sión, para aprender más y jugar con sus compañeros del cuarto curso de primaria. Ayer lloraba porque extraña a sus amigos y no soporta estar en cama, atada a los sueros, con las piernas y los brazos quemados.

Su rostro parece hecho de cera o de cartón. “Estábamos haciendo té, puse la caldera para hacer hervir el agua y al prender la cocina ha explotado, mi hermana mayor y yo nos hemos quemado”, cuenta Máxima.

Las lágrimas pugnan por salir de su ojos, pero se contiene porque le arde la piel. Añade que su papá es albañil y su mamá trabaja cosechando flores. “Somos 5 hermanos”, dice. El director del Pabellón de Quemados de Pediatría, Óscar Romero, le pregunta si le duele demasiado y ella niega con la cabeza. Es difícil entender lo que dice porque sus labios están hinchados por las quemaduras y apenas puede abrirlos.

“Tiene quemaduras de tercer grado en el rostro y los brazos. Dan ganas de llorar al verla, las piernas también están quemadas, pero las heridas no son tan profundas”, detalla Romero.

Máxima tendrá que estar internada por los menos dos meses. Ya fue sometida a una primera cirugía para quitar la piel quemada y las ampollas de su rostro, pero requiere de varias cirugías más, transfusiones de sangre y medicamentos. “Creemos que su atención costará por lo menos unos 30 mil bolivianos para garantizar que no sufra retracciones de la piel en la boca, la nariz o las orejas”.

La niña, por su edad, ya no cuenta con la cobertura del Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) y todo debe ser pagado por su familia, que es muy pobre y que también debe pensar en la atención de su otra hija, Victoria Pacheco Miranda (hermanas de madre), que está internada en el hospital Viedma.

Su caso también es dramático. Ella dio a luz a su segundo bebé hace un mes y ahora tiene quemaduras de primer y segundo grado en el rostro, cuello, brazos y parte de las piernas. No puede atender a la criatura. Esta explosión de garrafa no fue reportada a Bomberos. El capitán Marcelo Sánchez dijo que ni la familia ni los vecinos llamaron para informar de la misma y se desconocen sus causas.