El presidente de Bolivia, Evo Morales,
consideró ayer equivocado seguir gritando "¡kawsachun coca!" (viva la
coca, en quechua) porque "ya ha pasado de moda", frente a los cultivos
de piña, naranjas o palmito que aportan a la economía campesina.
"Ya
no veo esa fuerza para gritar ´¡kawsachun coca!´. Tal vez hay que decir
´kawsachun piña, kawsachun naranja´, yo no sé. Ustedes sabrán eso, o
´kawsachun palmito´. Creo que estamos equivocados aquí gritando
´kawsachun coca´. Creo que ya ha pasado de moda eso", dijo Morales, en
un discurso en la zona cocalera del Chapare (centro).
Previamente,
manifestó que "a lo mejor, ya no es importante la coca en el Chapare",
como era antes, cuando decidía la vida y la situación familiar de los
campesinos de esa región.
En el
Chapare, el mandatario aún es dirigente de los principales sindicatos
productores de coca que ayer anunciaron que lo ratificarán en su cargo,
pese a su condición de Presidente.
´¡Kawsachun
coca, huañuchun yanquis!" ("viva la coca, mueran los yanquis") ha sido
considerado siempre el "grito de guerra" de los cocaleros.
Morales
también pidió a sus bases respetar las parcelas autorizadas para tener
cocales, de solo 1.600 metros cuadrados por cada productor afiliado a
los sindicatos, y ratificó que no habrá un libre cultivo de esa planta.
A su juicio, ese respeto es el mejor aporte de los campesinos "a la revolución democrática y cultural" que encara su Gobierno.
Los
cultivos de hoja de coca en Bolivia tienen mercados legales y usos
industriales o medicinales, pero también son desviados por el
narcotráfico para la fabricación de cocaína.
Morales
se refirió de nuevo al reciente problema ocurrido en la zona cocalera
de Apolo, en el norte de La Paz, donde dos militares, un policía y un
médico fueron asesinados por supuestos narcotraficantes cuando iban a
erradicar cocales ilegales.
Agregó
que en los casi ocho años de su Gobierno nunca se presentó un problema
parecido y que sigue creyendo que el movimiento campesino de Apolo no es
el responsable de esos asesinatos "salvajes", sino extranjeros
posiblemente "peruanos o colombianos".
Además,
se declaró convencido de que la mejora de la situación económica de la
zonas cocaleras provocará automáticamente una baja en la producción de
cultivos de coca y ya no serán una preocupación.
"Desde
aquí podemos demostrar al mundo que para luchar de manera efectiva
contra el narcotráfico no es con bala, no es represión, sino con
programas de desarrollo, con programas productivos", aseveró.
Según
datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(UNODC), en 2012 Bolivia tenía 25.300 hectáreas de coca, más del doble
de las 12.000 hectáreas permitidas por ley. No obstante, el Gobierno ha
reiterado la necesidad de aumentar el volumen permitido de cocales a
20.000 hectáreas para los consumos actuales y la industrialización de
sus derivados.
Pide iniciativas productivas a cocaleros
El
presidente Evo Morales pidió ayer a los cocaleros del trópico de
Cochabamba que coadyuven en la construcción de la “Agenda Patriótica del
Bicentenario” con propuestas productivas que consoliden a su región en
una de las principales macro regiones económicas del país, según ABI.
“Lo
que hay que esperar al 2025 es temas productivos, tema de industria,
pero respetando los derechos de la Madre Tierra, ese es el debate”, dijo
en un acto en el que inauguró la socialización de propuestas para esa
agenda de desarrollo.
Dijo que es
importante pensar la creación empresas comunitarias, porque aseguró- que
la producción siempre genera divisas para las familias y el Estado
mediante los impuestos.
Los
habitantes de la región tienen la enorme responsabilidad de definir
“cómo llegamos al Bicentenario y cómo queremos ver al trópico de
Cochabamba en el 2025 en los distintos rubros”, recordó.
Solicitó
un debate de propuestas para atender requerimientos sobre caminos,
aeropuertos, empleo y servicios básicos, además de buscar mecanismos
para reforzar la ejecución de obras, la estabilidad y el crecimiento
económico.
“Cómo podemos acelerar la
inversión, como podemos acelerar los resultados de la inversión en
caminos, temas productivos, las industrias comunitarias”, recomendó.
Planteó estrategias para fomentar el comercio, el intercambio y la exposición de productos.
Señaló
que es necesario pensar en el rubro educativo cómo conseguir la
formación de recursos humanos que sean “la vanguardia en la parte
intelectual, profesional y, en especial, científica y tecnológica”.
“Están
instalando la fábrica de urea en Bulo Bulo, instalan, se van a ir,
¿pero quiénes van a administrar? Ojalá sean algunos hijos de cocaleros”,
agregó.
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